Todas las personas tenemos el deseo de ser amadas
y necesitamos amor, pero cuanto más buscamos el amor
con desesperación, menos lo encontramos y cuando estamos
a gusto con nosotros mismos y no lo pedimos, nos llega.
Cuando salimos a la vida mendigando amor porque tenemos
un hambre emocional enorme es cuando menos lo encontramos.
Cuando somos maduros disfrutamos del amor que nos llega.
Por el contrario, cuando estamos desesperados interiormente
o con una autoestima muy herida, no dejamos de pedir amor
a todo el que se cruza y lo peor es que nunca
nos sentimos satisfechos.
Es como si tuviéramos un hueco en el corazón que con nada se llena,
es por eso que a veces terminamos exponiéndonos a humillaciones
dolorosas sólo por una mínima muestra de cariño.
Dicen que cuando te quieren se nota y cuando no,
se nota más, así que abre los ojos y deja ir a
esa persona que evidentemente no tiene nada que ofrecerte.
Tu prioridad antes que todo debes ser tu y tu bienestar,
el amor que tanto necesitas está en ti.
Así que no ruegues, no implores, no te rebajes,
ya encontrarás a quien realmente quiera estar a tu lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario