-No necesito la violencia, me defiendo de
los enemigos con la palabra.
-¿Y el tortazo que me diste antes?
-Es que no me dejabas hablar.
A veces, no te faltan ganas de darle
un guantazo a más de uno, no es cuestión
el ir dando hostias por la vida pero
¿ hay gente que las merece?
sin ninguna duda, nos hacen
perder la paciencia hasta que
ya no puedes más y la sueltas.
Oye, y lo a gusto que te quedas
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