QUERIDO HIJO/A:
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas.
Cuando tengas tu casa obedecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral
para ser tu madre: tú no votaste por mí.
Somos madre e hijo y yo acepto respetuosamente el privilegio
y la responsabilidad tan difícil. Al aceptarla adquiero
la obligación de desempeñar el papel del madre.
No soy tu camarada, nuestras edades son muy diferentes.
Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros.
Soy tu madre Y eso es cien veces más que un amiga
También soy tu amiga, pero estamos en niveles completamente
distintos. En esta casa harás lo que yo diga y
no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene
estará motivado por el amor. Te será difícil comprenderlo
hasta que tengas un hijo, mientras tanto confía en mí...
Atte: Tu madre que te quiere
Comentarios
Publicar un comentario